POR QUE PERDIO EL MIINCA EN IPARIA Y LA REGION UCAYALI

Razones de mi alejamiento:

POR QUE PERDIO EL MIINCA EN IPARÍA Y LA REGIÓN UCAYALI

A. ¿Cómo se explica perder unas elecciones estando en el “poder”?

a. Por incapacidad

1. No saber interpretar la realidad social

Los problemas sociales necesitan ser resueltos en base a una interpretación de la realidad en que viven las personas y su comunidad. La solución puede ser económica, social, espiritual. Para ello es imperativo el dialogo, la concertación, la consensuación, el intercambio de ideas y opiniones, el aporte de contrapartes, etc. Todo esto redundará en la materialización de la acción que finalmente soliviantará o solucionará el problema tratado. Para lograr esto, es necesario contar con un líder nato que esté a la altura de las circunstancias, con solvencia moral y afectividad personal y espiritual, pública y privada; con estas dotes del líder, además debe contar con un equipo asesor de uno o más personas con conocimiento de las diversas materias sociales ó con experiencia en temas específicos.

El MIINCA, no tuvo estas condiciones, porque su mismo líder cortó sus alas, cegó sus ojos y sólo creía en su “súper equipo” (Gerente Municipal, Sub Gerente de Obras, Planificador y Jefe de Logística), encabezado por su “súper asesor” con quienes después terminaba en reuniones noc santas. Dejando de lado la organicidad de su organización política y a distinguidos técnicos y personajes preclaros de otras esferas y organizaciones progresistas (Ver A.c.3).

2. Desacierto en la canalización de ideas y propuestas

Con el triunfo del MIINCA, la comunidad ipariína vio en Rononmetsa, al hombre ideal con su propuesta de integración social de indígenas y campesinos. Esperaban obras y proyectos productivos que mejoraran sus condiciones de trabajo y de vida, quedando todo esto en una simple ilusión. Transcurrida la gestión municipal, Rononmetsa se convirtió en el hombre que decidía ciertas acciones a su mejor parecer e intereses, motivo por el cual se juntaba con su “súper equipo” (Gerente Municipal, Sub Gerente de Obras, Planificador y Jefe de Logística), encabezado por su “súper asesor” con quienes después terminaba en reuniones noc santas.

3. Desencuentro entre la institución y las OSB

Si bien es cierto que a lo largo de la gestión de Rononmetsa, la expectativa de las organizaciones sociales de base se fue apagando y convirtiéndose todo en ilusión. También es cierto que todo lo que se acordaba en las reuniones protocolares: dirigentes-autoridad edil, quedaba en el sueño de los justos. Tanto así que ni lo que se firmaba en la formalización de acuerdos de los talleres de los presupuestos participativos se cumplían; aunque sea justificable decir que los acuerdos no necesariamente tengan que cumplirse al ciento por ciento, que pueden ser modificados, mejorados o cambiados por necesidad pública (Ver A.c.2).

4. Excesivo asistencialismo

Es irónico el desencuentro entre la institución municipal, que dirigía Rononmetsa como alcalde, y las OSB; si tenemos en cuenta que por el contrario el asistencialismo que practicaba Rononmetsa era notoriamente visible y amplio. Pues se había convertido en algo común observar una gran cantidad de personas a título individual haciendo cola ya en la oficina de coordinación, sea los fines de mes o a su llegada a la ciudad de Pucallpa después de un viaje al interior del distrito o a la ciudad de Lima, ó sea en su casa de Húsares del Perú, en Yarinacocha, por esas fechas o cualquier día de la semana, incluso muchas veces en “Tacorita”. Claro está que estas colas o personas en espera, acudían por una ayuda alimentaria, por una ayuda económica, por una ayuda social, etc., que por lo general muchos eran atendidos, si no es decir todos, aunque sea con un sencillo. Lo paradójico es que casi todas estas atenciones terminaban en una “reunión chupística” que se prolongaba hasta altas horas de la madrugada o hasta el día siguiente incluso (Ver A.b.2). Es que estos apoyos que brindaba Rononmetsa, los hacía a “título personal”, aunque ello implicaba muchas veces realizar “implementaciones” a la semana siguiente, trayendo como consecuencia afectar importes correspondientes a actividades o proyectos institucionales (Ver A.c.2).

b. Por soberbia

1. Toma de decisiones unilaterales

- Sin consultar a las organizaciones sociales.

Rononmetsa consideraba que lo que decidían y firmaban las organizaciones sociales de base sólo servía para cumplir con la ley y justificar las formalidades del caso ante las instituciones superiores, llámense Municipalidad Provincial, Ministerio de Economía y Finanzas, etc.

- Sin coordinar con la organización política.

De igual manera, Rononmetsa consideraba que la organización política que él lideraba estaba sólo para “acudir a su llamado y hacer lo que él decía”. No consultaba qué hacer, cómo hacer y con quienes hacer. Todo lo decidía él o en el mejor de los casos la “brillante idea” surgía de su “súper asesor”.

2. Vida libertina y bohemia como autoridad pública

Roberto Silvano Rengifo o Rononmetsa –en vocablo Shipibo- se autodenominaba o autotitulaba “Comandante”, por su postura y formación militar, y como tal su ego le exigía tener siempre un grupo “a su mando” y estar rodeado de personas, que generalmente luego de algunas reuniones institucionales o tertulias ocasionales, terminaba en una “reunión chupística” que se prolongaba hasta altas horas de la madrugada o hasta el día siguiente incluso (Ver A.a.4), sea en la ciudad de Pucallpa, Iparía o en el interior del distrito, mucho más si se trataba de fiestas de aniversario, donde finalmente libaba hasta en las veredas de las calles, espacio donde expenden los barcitos de Iparía. Pues cuando el “Comandante” chupaba, no había horario.

3. Irrespeto a la organicidad de la organización política.

Nada estaba al gusto del “Comandante”. El daba la idea y sobre la propuesta o acción él mismo tenía que “meter la mano” para luego aprobar. Por eso es que en la organización política del MIINCA nunca hubo delegación de funciones, nunca hubo autonomía, salvo lo que el “Comandante” delegaba a sus propios sobrinos y hermanos de sangre y hueso y finalmente a su cuñado Marcial, aunque muchas veces salía renegando; porque Marcial pensaba, reflexionaba y actuaba a su manera y muchas veces renegaba contra el “Comandante”, pero que finalmente terminaba acatando sus órdenes sumisamente. En este espacio lindaba el accionar político del “Comandante”, quien todo lo decidía él y la organización política sólo era una pantalla.

c. Por la repulsa popular

1. Actitud soberbia como líder y autoridad

Como líder político Rononmetsa lo decidía todo, no consultaba, lo imponía, pues así tenía que hacerse. Como autoridad edil, Rononmetsa, no coordinaba, era arbitrario, creía que así lo hacía mejor.

2. Incumplimiento de los acuerdos de los presupuestos participativos

Lo que acordaban los agentes participantes, en su gran mayoría sufrían cambios porque así lo determinaba su “equipo técnico” bajo órdenes del “Comandante”, que así lo creía mejor; a decir del “Comandante” la gente sólo pedía por pedir.

3. Desencanto de la población con la figura del líder

Observar a un líder libando licor hasta altas horas del día siguiente, incluso en las veredas de las calles de Iparía (Ver A.b.2) y tener una autoridad municipal que incumplía los acuerdos de los talleres participativos ó compromisos comunales, sea por autoritarismo o por falta de comunicación con su equipo técnico, generaba un descontento y desencanto de la población de su líder y autoridad que simbolizaba Rononmetsa o el “Comandante”.

B. ¿Por qué perdió las elecciones en Iparía?

Por la soberbia del “Comandante”, ya descrita líneas arriba.

C. ¿Por qué perdió las elecciones municipales en los demás distrititos?

Por la incapacidad organizativa del MIINCA, el cual redundó en:

1. Una logística insuficiente

Como la dirección y funciones de la organización se circunscribieron a nivel familiar, éstos no vieron más allá de sus narices y se “aseguraron mezquinamente” en el caso de Iparía solamente, tanto así que hasta en sus afiches del “Comandante” no se consignaba el símbolo correspondiente para la opción regional, porque a decir de ellos mismo, confundía a los electores. Si tenían esta concepción ¿Entonces para qué hicieron un movimiento regional? No se previó una mínima y equitativa atención a los demás distritos donde el MIINCA presentaba candidatos. Masisea, que tenía las condiciones políticas de un triunfo, es un claro ejemplo de ello.

2. La ausencia del líder del MIINCA en los mítines distritales, así como del candidato regional

Es cierto que el MIINCA había despertado una expectativa política y social en los distritos donde presentaba candidatos, porque no decir en la misma Región de Ucayali y como tal, mucha gente esperaba saludar a Rononmetsa, líder fundador del MIINCA, o conocer al “Comandante”. Si bien es cierto que aquí se habla de puntualidades negativas del “Comandante”, también es cierto que su gesto solidario expresado en su excesivo apoyo social asistencialista no sólo era en bien de la gente de su distrito, sino también que Rononmetsa apoyaba sin distinción de credos, ideologías o geografías, pues extendía la mano a personas provenientes de Masisea, de Yarinacocha, de Padre Márquez, de Lima (Cantagallo) e incluso de otras regiones del país a nivel gremial. Por estas acciones conocidas, mucha gente divulgó en las comunidades y la Región Ucayali, del buen corazón de Rononmetsa y esto le había generado una buena reputación en este aspecto y por eso era esperado en aquellos distritos donde se anunciaba las candidaturas MIINCAS. Finalmente, la gente se decepcionaba ante la ausencia de Rononmetsa en los mítines que se realizaban en sus distritos. De igual forma, el candidato regional Robert Guimaraes, no se presentó en Iparía ni Masisea, sólo en Yarinacocha. En Campo Verde nunca hubo mitin alguno,

3. No saber interpretar la coyuntura y la predisposición de la población

Para plantear propuestas, como es un plan de gobierno municipal o regional, es necesario pisar tierra y conocer la idiosincrasia local y particularidades sociales; conocer las fortalezas y debilidades de los sectores sociales y arribar a planteamientos serios en base a sus recursos con que cuenta y oportunidades que se le presentan. Para ello, la organización política debe contar con un equipo de trabajo, asesoramiento e investigación con conocimiento de las diversas materias sociales ó con experiencia en temas específicos, cuyo producto se convierte en materia prima de las propuestas políticas. Es más, este mismo equipo debe ser esponja que asimila las particularidades individuales o colectivas de los electores para estar a la altura de los hechos y saber captar las exigencias coyunturales que ameritan asimilaciones, adaptaciones, mejoras, ampliaciones o supresiones.

El MIINCA, no tuvo estas condiciones, porque su mismo líder cortó sus alas, cegó sus ojos y sólo creía en su “súper equipo” y su “súper asesor”. Dejando de lado la organicidad de su organización política y a distinguidos técnicos y personajes preclaros de otras esferas y organizaciones progresistas (Ver A.a.1).

D. ¿Por qué perdimos las elecciones regionales?

Por muchas debilidades propias, surgidas de la unilateralidad del líder y falencia orgánica de la organización política del MIINCA, percibidas en:

a. Un equipo de campaña sin forma ni facha

1. Pasividad y exagerada prolongación de tiempo en la recolección de firmas de adherentes.

- Demora en recojo de firmas.

En marzo del 2009 se adquiere el kit electoral para recabación de firmas, es decir a año y medio de las elecciones municipales y regionales y a un año del cierre de inscripción de organizaciones políticas. De marzo a octubre del 2009 no se recabó ni el 30% de firmas del total requerido (1777 adherentes), finaliza la recabación en marzo del 2010, prácticamente con un año de “trabajo”.

- Falta de voluntad y compromiso de la militancia.

Como no había una estructura orgánica operativa y funcional, mucho menos hubo una militancia comprometida, salvo honrosas excepciones, esto devino en un aletargamiento del proceso de recabación de firmas.

- Descontrol en recabación de firmas.

Dada la inorganicidad, se recurrió a algunos promotores de recojo de firmas que presentaban firmas duplicadas en una u otra planilla, es decir un adherente daba su firma hasta a más de dos promotores que sólo se percataba al momento de la digitación de firmas.

2. Inexistente e incongruente equipo de procesamiento de datos de adherentes

- Comisión de inscripción fantasma.

Sólo por indicación de Rononmetsa, a finales de marzo del 2010, Justo Fumachi fue encomendado para realizar la verificación de firmas, cuya digitación fuera iniciada por Katty Muñoz. A este trabajo se sumó Antonio Farfán, así como también espontáneamente Alex Fasanando, Jhon Silvano y Alcides Plácido como apoyo. En este andanar de cosas, en una reunión a la cual asistió Alcides Plácido, se entera que la comisión central de firmas estaba integrada por otras personas, que brillaban con su ausencia en el trabajo en sí. Como por ejemplo, se vertió que Fernando Mendoza era el Presidente y miembro Francisco Melchor. Al primer encomendado le encargaron quinientos nuevos soles para pagar los costes de trámite para la verificación de firmas ante la oficina del Jurado Electoral Especial de Coronel Portillo, quien se demoró en efectivizar el pago por problemas de salud familiar, que pese a ser comunicado oportunamente a la instancia superior no fue atendido, siendo solucionado el impase por la misma persona con diez días de retraso, pero del cual ya se había generado todo un problema como si se tratara de un chivo expiatorio a los males que ya les aquejaba.

- Escaso compromiso y dedicación de tiempo exclusivo de miembros.

Al no contar con una formal comisión de inscripción, los ya antes mencionados, realizaban dichas tareas en sus horas o días libres, puesto que este tipo de trabajo requería tiempo, economía y minuciosidad para el cumplimiento de sus funciones.

3. Improvisación y negligencia en inscripción de Lista de Candidatos

- Premura en la designación y/o elección de candidatos

En una asamblea relámpago, en la comunidad nativa de Caco Macaya, Iparía, se cumplió con la formalidad de ley para la designación de candidatos regionales y municipales. El resto se hizo a mejor parecer y/o posibilidad de los candidatos que encabezaban las listas. Tal es así que muchos que integraban las listas, ni se conocían.

- Desconocimiento y/o excesiva confianza y presuntuosidad del Personero Legal Titular

Lamentablemente el personero legal titular fue el “súper asesor” del “Comandante”, abogado Fernando Mendoza, quien desconocía los pasos y el mecanismo para la inscripción de organización política regional y mucho más para la inscripción de listas de candidatos. Es sabido, que toda gestión que él hacía implicaba “pagar tanto” hasta al portero de cuanta institución donde tramitaba. Demás está decir su exagerada presuntuosidad que ocultaba sus debilidades.

4. Se tenía la intención regional, pero no la seguridad formal.

Por lo que devino en un aletargamiento y demora en las acciones de regionalización del MIINCA, que para las formalidades de ley sólo envió contactos a las provincias de Atalaya y Padre Abad, menos para Purús, cuya población es mayoritariamente indígena y donde no tuvimos candidatura alguna.

b. No supo explotar los factores externos

No estuvo a la altura de saber aprovechar los factores externos favorables que se presentaban en la sociedad y mucho más en los medios de comunicación radial, televisiva y escrita, como:

1. Utilizar y manejar en su favor y agresivamente la resonancia política lograda por el candidato regional en el primer debate de candidatos, organizado por el Jurado Electoral Especial de Coronel Portillo, que hidalgamente reconocieron candidatos rivales y los medios de comunicación. Ahí era el momento de impulsar las candidaturas del MIINCA con más agresividad, teniendo de nuestra parte las condiciones presentadas.

2. Lograr conformar y comprometer una red de medios de comunicación que veía con buenos ojos al novísimo MIINCA con un candidato peculiar, polémico y con muchos bríos que daba para más.

c. Un equipo publicitario y de campaña ausente

Ante un líder que se consideraba todopoderoso y que todo lo decidía, el equipo publicitario o de campaña estaba demás, por lo tanto ni se le tuvo en cuenta al momento de designar comisiones, mucho menos se le dotó de las herramientas necesarias. Es más, lo poco que se había ganado en el espacio de los comunicadores sociales, se perdió ante el incumplimiento de ciertos compromisos.

E. ¿Qué lecciones se extrae de las elecciones 2010?

Podemos destacar lo siguiente:

a. Como autoridad o candidato, un líder no debe ser soberbio, por que linda con la incapacidad y genera la repulsa popular.

b. Los militantes de una organización política deben ser permanentes promotores de la integración y motivación de los militantes y la población para articular la difusión y la propaganda.

c. Reconocer la importancia que tienen los equipos de campaña con directivas y compromisos puntuales y precisos, como articuladores entre la organización política y los electores.

d. Se ha logrado demostrar e impregnar a la sociedad ucayalina, la vital importancia política que tienen los sectores marginados de la población llámense obreros, campesinos, indígenas, barriales, juveniles, religiosos, feministas, etc., siendo un reto su organización y conducción responsable.

e. Ser calculadores y saber aprovechar los factores externos que se presentan a favor de la organización política.

f. Articular sutilmente una red de actores de opinión y medios de comunicación comprometida con la causa de la organización política.

Por todas estas consideraciones, manifiesto que el MIINCA ha cumplido su ciclo político, además que tiene un sello de marca: “Made in Comandante” y el “Comandante” no va a cambiar. Por tanto, mi presencia está demás y yo abrigo con esperanzas un horizonte político donde realmente se pueda plasmar en práctica lo que decimos y nos proponemos.