EXPIRACIÓN NOCTURNA
A esta hora aciaga
ya nadie vendrá a buscarte,
ni tampoco tendrán valor para ello.
Tu capricho es el causante,
igual que tu desobediencia,
que a nada bueno te condujo;
pues la culpa es tuya
y no te lamentes.
A veces la vida es ingrata
en la última hora de nuestra existencia.
A esta hora aciaga
ya nadie vendrá a buscarte,
ni tampoco tendrán valor para ello.
La pasaste como un rey,
soberbio, vanidoso, dueño del mundo;
sin importarte incluso tu propio cuerpo.
Hoy, tus lamentos ni a los gusanos importe;
porque la noche avanza mortalmente
indeteniblemente, como un gigante verdugo,
y quizá ni la aurora logres contemplar.
A esta hora aciaga
ya nadie vendrá a buscarte,
ni tampoco tendrán valor para ello.
No fueron amigos lo que te rodeaban,
sino cómplices de tu ruin existencia;
y no vendrán por ti carroña burguesía,
ya todo está consumado;
un nuevo día se acerca
para los demás
¡Adiós!
Poema escrito a:
21:05
18 mayo 1994
Fuente de las caricaturas:
A esta hora aciaga
ya nadie vendrá a buscarte,
ni tampoco tendrán valor para ello.
Tu capricho es el causante,
igual que tu desobediencia,
que a nada bueno te condujo;
pues la culpa es tuya
y no te lamentes.
A veces la vida es ingrata
en la última hora de nuestra existencia.
A esta hora aciaga
ya nadie vendrá a buscarte,
ni tampoco tendrán valor para ello.
La pasaste como un rey,
soberbio, vanidoso, dueño del mundo;
sin importarte incluso tu propio cuerpo.
Hoy, tus lamentos ni a los gusanos importe;
porque la noche avanza mortalmente
indeteniblemente, como un gigante verdugo,
y quizá ni la aurora logres contemplar.
A esta hora aciaga
ya nadie vendrá a buscarte,
ni tampoco tendrán valor para ello.
No fueron amigos lo que te rodeaban,
sino cómplices de tu ruin existencia;
y no vendrán por ti carroña burguesía,
ya todo está consumado;
un nuevo día se acerca
para los demás
¡Adiós!
Poema escrito a:
21:05
18 mayo 1994
Fuente de las caricaturas:
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