miércoles, 13 de octubre de 2010

Hombre de alturas profundas

HOMBRE DE ALTURAS PROFUNDAS
Hombre de alturas profundas,
de la selva adentro.


Hombre de los pedregales encañados y
enmarañadas montañas.


Hombre de las playas de verano,
de los riberos barrancos de invierno.


Hombre de los bajeales y restingas
que velas las crecientes de febrero y marzo.


Hombre de alturas profundas,
de maderas y de hojas,
de fibras y de raíces,
espíritu de agua y piel de tierra.

Tú, que naciste en aquellos buenos tiempos,
cuando el relámpago,
de las noches de febrero te despertaba
y te ibas a arrear tu madera.


Tú, que naciste cuando el trueno
de las tardes de julio,
anunciaba la subida
de charapas, taricayas y cupisos.

Tú, que naciste cuando el sol de agosto
secaba las chacras recién tumbadas,
y la lluvia de setiembre
remojaba los sembríos y los caimitos florecían…


Tú, que creciste en la abundancia,
trabajando el caucho, la shiringa, la balata y la madera;
dueño y rey de los animales del monte y
de los peces de las cochas y quebradas.


Tú, que cultivaste
y produjiste la bendita tierra
fuiste ungurahuero, aguajero y chontero;
yuquero, arrocero y maicero.


Tú, que estuviste en la sagrada y espléndida selva,
en medio de toda la paz, solaz y paciencia del mundo.
¿Es esta vida, tu vida?
¡Despierta!

Pues como tú, hay miles, unamos nuestros brazos,
hagamos una cadena, levantémonos con nuestra propia fuerza,
conquistemos nuestro ideal y nuestra esperanza
¡Aún es tiempo!


Iniciemos la larga jornada de unir a nuestros hermanos,
vayamos por las chacras y las playas,
por las cochas y tipishcas;
por los montes, caminos y carreteras.


Vayamos a las ciudades, levantémonos todos
para nacer en tiempos nuevos, en una Patria nueva,
donde haya lluvia, haya sol, haya paz,
y seamos dueños de las ubérrimas tierras de alturas infinitas.



viernes, 8 de octubre de 2010

DESPIERTA HERMANO

DESPIERTA HERMANO

Sólo tú vives
tu miseria,
sólo tú comprendes
tu dolor,
sólo tú conoces
tu vida.

Refirma tu fe,
anima tu espíritu
reconforta tu alma;
pronto despiertan los hombres
que aún están dormidos,
la noche ya desaparece,
¡El día vencerá!

Los rayos del sol,
se reflejan en el firmamento,
las nubes negras se tiñen de rojo.
El cóndor levanta su vuelo hacia el Tahuayo,
los pajarillos trinan.
La panguana anuncia que está amaneciendo,
el tocón se alegra,
porque la lluvia de la mañana tutatuta
refresca el alma,
y destierra los recuerdos de la soledad.

Despierta hermano,
el cielo se descubre.
Las aves vuelan,
y los animales corren,
el agua de la quebrada canta alegremente
y los peces revolotean,
augurando la plenitud del día montarás.

Despierta hermano,
el sol despunta radiante.
El viento conversa con los árboles
y todo lo soñado se convierte en realidad.

Despierta hermano,
nuestras penas y amarguras
quedaron sepultadas en la oscuridad de la noche,
pues ya nunca más volverán.

Despierta hermano,
la humanidad solidaria
conquistará la Libertad,
y la Amazonía florecerá
con la luz del nuevo día.