MOVILIZACIÓN MADERERIL CONTRA LOS DECRETOS LEGISLATIVOS N° 1220 Y N° 1237
A
las diez de la mañana, partiendo del obelisco de los mártires del 9 de febrero,
entre las intersecciones de la Avenida Sáenz peña y el Jr. Tarapacá, se inició
la movilización de los madereros como inicio de su Paro indefinido en protesta
a la promulgación de los Decretos Legislativos N° 1220 y N° 1237, doblaron por
el Jr. Zavala en dirección hacia el Jr. 7 de Junio.
Hombres y mujeres con rostro de pueblo, pasaban portando letreros de cartulina alusivos al paro: “Por la derogatoria de la Ley 1220 y Ley 1237”, “La amazonia es de los peruanos”, ”fuera OSINFOR” “La amazonia es de los peruanos y no de los americanos”, “No somos delincuentes”, entre otros; y también alguien coreaba frases similares a través de un altoparlante, pero la mayoría no le seguía, caminaban casi en silencio, siguiendo la ruta de los demás. También pasaban delegaciones pequeñas de trabajadores, -algunos uniformados y otros no- portando banderolas con los nombres de los aserraderos como identificación a sus centro de trabajo. Más atrás continuaban algunos en motocarros y a continuación de ellos estaban los camiones y carros tronqueros, cerrando la marcha los tractores forestales -aquellas máquinas gigantes que día y noche atronan la quietud de la montaña allende las comunidades y la selva adentro-. Lo paradójico del caso es que algunos portaban letreros en cartulina con inscripciones como “Somos ecologistas” y “Por una amazonia sustentable”.
Hombres y mujeres con rostro de pueblo, pasaban portando letreros de cartulina alusivos al paro: “Por la derogatoria de la Ley 1220 y Ley 1237”, “La amazonia es de los peruanos”, ”fuera OSINFOR” “La amazonia es de los peruanos y no de los americanos”, “No somos delincuentes”, entre otros; y también alguien coreaba frases similares a través de un altoparlante, pero la mayoría no le seguía, caminaban casi en silencio, siguiendo la ruta de los demás. También pasaban delegaciones pequeñas de trabajadores, -algunos uniformados y otros no- portando banderolas con los nombres de los aserraderos como identificación a sus centro de trabajo. Más atrás continuaban algunos en motocarros y a continuación de ellos estaban los camiones y carros tronqueros, cerrando la marcha los tractores forestales -aquellas máquinas gigantes que día y noche atronan la quietud de la montaña allende las comunidades y la selva adentro-. Lo paradójico del caso es que algunos portaban letreros en cartulina con inscripciones como “Somos ecologistas” y “Por una amazonia sustentable”.
Del Jr. 7 de Junio doblaron hacia el Jr. Raimondi en dirección a la sede del Gobierno Regional, alguna orden por ahí los detuvo en las intersecciones de los jirones Huáscar y Raimondi, a una escasa cuadra del local del GOREU. Allí se observaba un grupo férreo de policías vestidos con su uniforme tradicional y otros vestidos de camuflados que reguardaban a los protestantes que mostraban rostros de espera e intranquilidad; los que estaban a la cabeza optaron por sentarse y tender sus banderolas en el piso.
Pero ¿Cuántos serían la cantidad de participantes de la marcha? Pues era impresionante la maquinaria desplegada en las calles que con sus claxon y el rugido de sus motores estremecían la ciudad. Entonces era necesario recorrer en sentido contrario de la marcha de los “madereros” para calcular la cantidad de personas y su impacto movilizador.
De las intersecciones de los jirones Huáscar y Raimondi empezaba dos filas de personas sentadas a los costados de sus banderolas en media calle y otros parados en las veredas que también se confundían con los transeúntes, esta se extendía hasta más de media cuadra por Raimondi en las inmediaciones de la oficinas de DEVIDA, luego proseguía aquí un ni muy compacto ni muy holgado grupo de personas paradas hasta el cruce del Boulevar Tacna con Raimondi, donde estaba seguidamente un compacto grupo constituido por motocarros que hacían media cuadra hasta más o menos las oficinas del Banco Azteka; a partir de este punto se iniciaba -en dos filas- el emplazamiento de camionetas, camiones medianos y grandes, camiones tronqueros, volquetes y tractores forestales que pasaba el Jr. Ucayali, llegando al Jr. 7 de Junio, prolongándose hasta la Av. San Martin. Todo ello era la fuerza movilizadora del sector forestal que había convocado para esa mañana. ¿Cuántas personas habría allí entonces?
Haciendo el recuento, tenemos: 300 personas sentadas; en 130 metros de largo por 10 metros de ancho 1300 m2, si en 1 m2 caben un promedio de 3 personas tendríamos 3 900 personas; en 60 metros de calle con 4 líneas de motocarro tendríamos 30 motocarros por fila haciendo un numero de 120 unidades cada una de ellas portando en promedio 3 pasajeros arroja 360 personas; y por ultimo referente a las unidades motorizadas mayores, muchas iban vacías y algunas transportaban personas en su interior, siendo para este caso un 20 por ciento sino menos, tomando en cuenta 250 metros de calle por dos filas y cada unidad bordea entre siete metros incluido su distancia mínima de separación tenemos a 80 vehículos motorizados de regular y mediano tonelaje –que hace 160 personas contando chofer y copiloto- y sólo en 16 vehículos que iban un promedio de 10 protestantes serían 160. Realizando la sumatoria obtendríamos 4 880 personas, por lo que podemos hablar de un promedio general de 4000 que se movilizaron la mañana de hoy.
En esta movilización no se ha visto a ninguna autoridad local o regional, de los dirigentes sociales solo se vio a un solitario Abel Vásquez –del otro frente de defensa-. Acompañando la banderola principal de la marcha solo se vio a una mujer con su vestimenta asháninka y una mujer mestiza con vestido shipibo bailando alegremente. Seguía una raleada sino escasa presencia de pobladores de caseríos y a la vez nula de comunidades nativas. Como es de saber, esta marcha contó con la masiva presencia de trabajadores de los aserrados y reaserraderos de la ciudad de Pucallpa, personas vinculadas al sector forestal (familiares de los trabajadores y vendedores de insumos y alimentos que proveen a los trabajadores en su cotidiana labor), pequeños extractores vinculados al sector forestal y dirigentes y personajes vinculados a las empresas y grandes aserraderos tradicionales de la localidad.
Con este aproximado de personas y maquinaria, continuó la movilización por los Jirones Mariscal Cáceres, Agustín Cauper, Inmaculada, Sáenz Peña, concluyendo en la intersección con el Jr. Tarapacá. Todo con el debido orden y la normalidad del caso con la protección policial. Salvo un pequeño incidente que los movilizados querían cerrar el tránsito en aquella intersección para realizar su mitin final. La policía hizo que se replegaran un poco dejando dicha vía para el libre tránsito que de paso era normal en la ciudad así como el desarrollo de las otras actividades comerciales y cotidianas de la población e instituciones públicas y privadas.
Durante el mitin de cierre de movilización que concluyó a las 13 horas los oradores manifestaron su crítica al gobierno central por “criminalización” de los decretos legislativos N° 1220 y N° 1230. Anunciaron que mañana martes 24/11/15, en apoyo a la omisión que dialogará mañana en la ciudad de Lima, volverán a movilizarse como parte de su paro indefinido macroamazonico, que “inviten a sus amigos y vecinos y hermanos que están viniendo de las comunidades y caseríos y superen las 40 cuadras de hoy que lleguemos a 60 cuadras”. Pidieron calma a sus agremiados, no caer en la provocación con la policía y tengan mutuo respeto, pero que si se van a decomisar sus máquinas, equipos y productos en su zona de trabajo “bótenlos a palos y con piedras” . Ellos alegan que el sector forestal es determinante en nuestra región y que fueron los protagonistas de los “Pucallpazos” y del desarrollo de la Región. Finalmente uno de los oradores expresó que “lo que busca el gobierno es obedecer a los países ricos, promulgar las leyes contra nosotros, ir a la COP 21, decir allí que ya cumplieron con emitir la Ley –a cambio de nada-y sigan contaminando más el ambiente”.
Esta movilización es un campanazo para el gobierno central y también esta generando un punto de quiebre para las instituciones gubernamentales y privadas en relación a estos decretos legislativos y pase lo que pase ¿Cómo se las arreglarán nuestros agricultores ribereños y comuneros que extraen el recurso forestal para su día a día? ¿Acaso ellos pagarían los platos rotos? Es momento de decisiones, muy aparte de que ésta ley es necesaria para formalizar el sector forestal.
