domingo, 11 de septiembre de 2016

ABUJAINA

ABUJAÍNA


Un día fuiste un sueño,
un encuentro inesperado
entre los árboles y el viento,
a orillas del río Abujao.
Sólo es un sueño,
una ilusión,
suspiré.

Tu insinuante mirada desde tu ventana,
fue sorpresa mía, y más grande aún
cuando al tomar tus manos
me arrancaste un atrevido beso,
lleno de ternura y pasión;
muestra de tu amor, hermosa flora silvestre,
perfumando mi existencia.

La esperada primavera
me regaló tu grácil cuerpo venadil,
en el lecho improvisado del amor prohibido,
extendiendo nuestras raíces
en los discretos corazones,
de este juvenil romance

que nació allá en la distancia.

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