V CARNAVAL SHIPIBO 2020, EL CARNAVAL
INTERCULTOTAL
“Ven a disfrutar tu
último carnaval,
antes que llegue el
Coronavirus
ya que para el año no
estaremos”.
Marangoni Urquía.
La fiesta
del carnaval se hizo tradicional en nuestra selva peruana con su variopinta de árboles
que toman nombres diversos según las costumbres ancestrales, lengua o dialecto
de donde proceden los habitantes de un determinado lugar, por ello se conocen
con el nombre de yunza,
sinónimo de cortamonte, unsha (árbol vestido), umisha, sacha cuchuy (”cortar
árbol” en quechua), humishas (árbol con regalos) o huanchihualito, y todos
ellos lucen atractivos regalos o premios que son cogidos por los carnavaleros
luego del tradicional corte del árbol en las últimas horas de la tarde, en que
finaliza la actividad o simplemente el cortamonte, donde participan niños,
jóvenes y adultos, quienes utilizan desde agua limpia sino de charcos, barro,
grasa, pintura o lo que encuentren a la mano y en nuestra selva pues el
conocido achiote y el fruto de un olor irritante conocido como “pichohuayo” o también
harinas y polvos para luego proseguir con la fiesta en horas de la noche, al
son de la quena, el pifuano, el bombo y el redoblante y naturalmente pues abundante
bebida entre ellos el masato, la chicha, la leva, el ventisho y su infaltable
aguardiente y cerveza en el mejor de los casos.
Motivados
por la alegría y jolgorio de estas fiestas, un grupo de jóvenes shipibos
denominados “Jóvenes de San Francisco” en coordinación con las autoridades y
pobladores de la comunidad shipiba de San Francisco, están realizando el V
Carnaval Shipibo 2020, con sede en su misma comunidad, específicamente en la
Plaza Charapita de San Francisco, cuyo padrino es el músico Roger Bardales
Romaina, janekon
Mokan Ranko, propietario de la Orquesta musical del mismo nombre que viene
obteniendo muchos admiradores y gran aceptación por sus renombrados hits musicales
del momento -Cumbia mashá mix Mokan Ranko, Masisea nomabo, Iparía nóma, Mix
caisanto, Tanto tiempo te quise, Ikaro de Niwe Rao, entre otros- no sólo en el
pueblo shipibo-konibo, sino también en la Amazonía peruana. Y es que esta
fiesta será fuera de serie sino fuera de lo común porque está concebida como un
medio unificador de la población y de todas las edades, porque más que una
fiesta es un sentimiento de identidad y pertenencia indígena, autóctona
enlazada con la modernidad y las vivencias actuales; tal es así que todos
participan organizadamente en las diferentes tareas y comisiones, destacando
entre ellas el aporte total y desinteresado del gerente propietario de la
orquesta Mokan Ranko; de igual manera el grupo de jóvenes con la adecuación del
lugar y la instalación de un imponente estrado oficial para los equipos e
instrumentos de la orquesta, las bailarinas, vocalistas y demás integrantes; también
el grupo de moradores entre adultos, jóvenes y niños cargando el árbol para la
Humisha, su ornamentación y colocación de atractivos regalos y finalmente,
todos acompañados bajo el provocante son musical de un grupo folclórico del
lugar entonando las pandilladas y chimaychis que hacen danzar y saltar a
cualquiera. Una nota aparte y como sorpresa de esta quinta versión del carnaval
shipibo 2020, es la presentación de varios elencos de danzas correspondientes a
los ocho barrios o sectores comunales de San Francisco: San Francisco, Santa
Catalina, Salvador López, Chununyara, San Martin, Vicente Agustín, Juan Velasco
y Tupao; así como también de otras organizaciones sociales y juveniles de
notoria presencia en la zona. Todo esto motivados y animados por hacer de su
comunidad una referencia turística y cultural del carnaval indígena donde se
sincretiza con los legados tradicionales del “Ani xeate” como fiesta ritual con
sus canticos autóctonos como el mashá, shiro bewa y el nawarin que también
contagian con su sonido místico, arrobador, mágico y misterioso que invitan a
participar de su alegría a quienes visitan la comunidad en medio de seres invisibles
de otras dimensiones espaciales y espirituales, los cuales trasmiten una
energía sanadora que alejan las malas vibras, fortaleciendo y enraizando la
relación directa del hombre con la naturaleza. Es que no es para menos saber
que los seres invisibles que participan aquí son las sirenas, los bufeos, los
chaikoni, los duendes del bosque, los seres de las constelaciones, etc. se cree
que si una comunidad festeja su “ani xeati” todos los males que le aquejaban se
alejan de ellos definitivamente, retornando el tiempo de paz, armonía, salud, prosperidad
(fertilización de la tierra para la siembra y la buena cosecha y las cochas se
vuelven a llenar de peces), porque el yapa ronin disfruta de la fiesta junto a
los shipibos, según la cosmovisión Shipibo-Konibo.
Por esto
y mucho más, están todos invitados al V
Carnaval Shipibo 2020, en la Plaza Charapita de San Francisco y jugar y danzar este
domingo 8 de marzo conmemorando también el día internacional de la mujer, bajo
el marco musical contagiante de la orquesta musical Mokan Ranko, de non wetsako
Roger Bardales Romaina, janekon Mokan Ranko. Como dijo nuestro amigo Marangoni
Urquía “Ven a disfrutar tu último
carnaval, antes que llegue el Coronavirus, ya que para el año no estaremos”.
Ven, disfrútalo, siéntelo, vívelo y transpórtate imaginariamente al fantástico
y maravilloso mundo infinito de los seres invisibles de la selva, en San
Francisco de Yarinacocha, pueblo shipibo-konibo de bellas mujeres y hombres
guerreros.
Y para
conocer un poquito más, aquí les dejo algunos datos de San Francisco, una de
las comunidades nativas más antiguas y representativas de la Amazonía, que data de aproximadamente 2000 años A.C. y está
considerada como la tercera etnia shipiba más grande del país, situada a una
altitud de 155 m.s.n.m. y geográficamente se localiza al Sur del lago de
Yarinacocha, del distrito del mismo nombre, Provincia de Coronel Portillo, departamento de
Ucayali, Perú.
Su
fundación política data del 01 de octubre de 2014, destacando como fundadores
los señores Basilio López, Martin Muñoz Pacaya, Salvador López, Juan José Agustín y Vicente Agustín. Tiene una
población aproximada de 1300 habitantes, compuesta por 300 familias en su
mayoría indígenas descendientes del pueblo shipibo-konibo, de la familia lingüística
Pano. Actualmente se cuenta con algunos pobladores mestizos y se observa un promedio
de 400 viviendas.
San Francisco se encuentra a 12 km de distancia de
Puerto Callao, la capital distrital, al cual se puede acceder por 02 vías
principales: Vía Terrestre: Partiendo desde la capital distrital de Puerto
Callao, pasando por el C.P. San Pablo de
Tushmo, caserío San Lorenzo, C.P. San José, C.P. San Juan, caserío Santa Rosa, caserío 07 de Junio y
finalmente se llega a la CC. NN de San Francisco. Con un promedio de viaje de
25 minutos, en cuyo recorrido se observan sembríos de árboles frutales y de
panllevar. Vía Fluvial: Desde el puerto del Malecón de Puerto Callao en bote
motor pequepeque particular, el viaje dura aproximadamente 55 minutos, con
dirección norte pasando por los poblados de 11 de Agosto, C.P. San José, C.P.
San Juan, caserío Leoncio Prado, caserío Pueblo Libre y luego llegar al Puerto
principal de la C.N. San Francisco, que cuenta con un embarcadero artesanal;
esta ruta es navegable durante todo el año en cuyo trayecto se avista aves y
animales diversos.
Desde hace aproximadamente 2000 años a.C. ya
existían comunidades sedentarias asentadas a lo largo del río Ucayali como la
cultura TUTISHCAINYO, que se cree dio origen a la cultura Shipiba, fusionadas
por 03 culturas distintas: los Shipibos, los Konibos y los Xetebos que vivían
en continua rivalidad; actualmente la etnia SHIPIBA es la predominante. Los
primeros shipibos que se establecieron en esta zona, fueron de la comunidad Jepe
Wesha o “Isla de Yarina”, actual comunidad de San Francisco. Por aquellos
tiempos solo eran 06 familias: Los López, Cumapa y Pinedo, ellos, quienes
fortalecieron los conocimientos ancestrales a través del “curaca” que era el
líder de la tribu. Los primeros contactos con gente occidental datan del siglo
XVI a través de misioneros evangélicos y luego por colonos a raíz de la fiebre
del caucho.
Un 01 de Octubre de 1914, llega a la comunidad el
Padre Francisco Enrique Felipe Lake, quien propuso al Curaca Salvador López establecer
la primera comunidad cristiana, pedido que fue llevado a una reunión de la
comunidad en donde los hermanos SHIPIBOS-CONIBOS aceptaron el pedido. Quedando
la comunidad Jepe-Wesha o “Isla de Yarinacocha” bautizada con el nombre de San
Francisco de Asis, fundándose así políticamente la comunidad que pertenece al
distrito de Yarinacocha (Jepe Ian). En 1957, la comunidad recibe el Título de
propiedad, con 1,412 has el 24 de noviembre de 1975, inscrita oficialmente en
el Registro Nacional de Comunidades Nativas y Campesinas del Perú, y se
establecen como sus anexos las comunidades nativas de Santa clara, Nuevo Egipto
y santa Inés. Desde 1964 forma parte del recién formado Distrito de
Yarinacocha. Durante estos últimos años, la comunidad ha tenido influencia del
mestizaje, la tecnología y las costumbres occidentales, los que les ha llevado
a cambiar sus hábitos de vida, que sin embargo, aún conservan sus costumbres
ancestrales y principalmente su lengua.