UN ROSTRO PARA EL NIÑO
Urge un rostro para el
niño en esta Navidad
con justicia y libertad un
rostro hermoso el niño debe tener
radiante como Bari
blanco como Oshe
robusto como la lupuna
fuerte como el shihuahuaco
alegre como el paucar.
La navidad en la selva, de
Jesús su cumpleaños es
en la ciudad todos ya
tienen su nacimiento,
su arbolito y su estrella de
luces blancas
en la copa y multicolores
en las ramas
regalos y bombillas por
doquier de diferentes tamaños
otros más ostentosos tienen
renos y trineos en sus casas
Papá Noeles y hasta mamá Noelas
que cantan y bailan.
En los asentamientos
humanos, la periferia de las grandes urbes
los caseríos y comunidades
nativas, los pueblos de la Amazonía
el niño tiene rostros
miles, sumidos en la tristeza, carentes de alegría
rostros marchitos quemados
por el sol, labrando en sus chacras
tiritantes de frio,
viajando por los ríos entre lluvias y noches frías
caminando por las calles
entre miradas indiferentes
vendiendo baratijas,
escogiendo residuos en los basurales.
Para ellos no hay navidad
pomposa, mucho menos decorosa
un asado de plátano maduro
o un tamal de yuca será su panetón
un delicioso chapo o masato,
calientito o fresco,
su chocolate será
bajo una luna plateada y
un radiante sol alumbrando su futuro
cada día que amanece y anochece
en las calles y caminos barreales
caminando su dolor
olvidado por los corruptos que gobiernan
donde Jesús deja de ser
niño y se convierte en el Cristo hombre.
Alegre como el paucar
fuerte como el shihuahuaco
robusto como la lupuna
blanco como Oshe
radiante como Bari
un rostro hermoso el niño
debe tener con justicia y libertad
urge un rostro para el
niño en esta Navidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario