EL CRISTO DE LA PASIÓN
A Erimyrun,
Sufrió los azotes que le profirieron los soldados
Caminó hacia el calvario con la pesada cruz a cuestas
Soportó estoicamente el dolor en cada caída
Sintió la sed ahogar el espíritu y secar la garganta
Aceptó la voluntad del padre pudiendo evitarlo
Resistió la estocada de una lanza que perfora el costado
derecho.
Murió en el Gólgota como un vil delincuente.
Del padecimiento divino hecho hombre surgió la cruz
esa cruz de amor que tengo que cargar
soportando los embates de tu vampiresco asedio
que en mi pecho impregnan el marcado
del hierro candente de tus besos
dejando hondas huellas sangrantes
como del Cristo de la pasión.
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