miércoles, 31 de agosto de 2011

CLELIA

CLELIA
San Alejandrina de amor.
Luz de la oscuridad
del amanecer de mi noche,
iluminas mi follaje y deslumbras mis dormidas raíces,
con tu relámpago paso de niña inquieta.

Huracán incontenible, que azotas las enredaderas
erosionando mi barranco corazón.

Sacudes los árboles nervios de mi alma,
y estremeces las ramas de mis sentimientos.

Meces las hojas de mis plateados deseos,
con la diamantina pasión de tus años dorados.

Mi corazón arena cae grano a grano, hacia tu cauce
que me espera inquieto,
desapareciendo en tu curso infinito,
rumbo a los grandes mares de tu mundo en formación.

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