EL PAISAJE DEL AMOR
- El amor es como la felicidad, pasajera.
- ¿Y cómo podemos percibirlo?
- Cuando deseas vivirlo.
- ¿y cómo lo viviremos?
- Practicándola
- ¿Hay un momento en que el amor termina?
- ¡Sí! El amor puede compararse con una planta: Nace, crece, se reproduce y muere; así como el ser humano, aunque hay algunos que no se reproducen.
Y siendo como una planta, el amor para tener continuidad, necesita desarrollarse, reproducirse, regenerarse, incluso tiene que morir para volver a nacer.
A veces muere por envejecimiento, es decir por la edad, pero sus semillas quedan; a veces muere por la sequía, pero vuelve a reverdecer en tiempos de lluvia, a veces muere por el incendio, pero vuelve a retoñar; a veces muere cuando lo talan, pero le salen retoños de la quiruma o la raíz; a veces muere… pero vuelve a vivir en otro lugar, no se extingue, perdura, se propaga siempre, vive aun en la memoria y ellos pueblan nuestros sueños y nuestras esperanzas y cuando ella vuelve, vuelve rejuvenecida, pudiendo ser el mismo u otro, pero vuelve, remueve lo más profundo de nuestro sentimiento, hay rejuvenecimiento, hay movimiento, hay nuevos bríos, hay cosas nuevas, hay primaveras siempre, como tú.
El amor es así como el día y la noche, es relativo; no necesariamente desaparece, sino que solo se ausenta y regresa a volverlo todo nuevo, refrescando como el frondoso follaje de un árbol al caminante en pleno sol y más cuando hay nubes que dan sombras y lluvias y riegan los campos y los corazones se inundan con los torrentes del amor, incluso se deslumbran con rayos y relámpagos: Las fuerzas positivas y negativas se unen y surgen los fenómenos naturales que son parte de la vida y esa es la Naturaleza con sus contradicciones y armonías, como la geografía y el relieve terrestre y eso es lo que llamamos paisaje, panorama ¡Qué encanto y belleza! ¡Así es el amor, con las llanuras, planicies, quebradas y hondonadas, con sus picos y colinas, bajo el sol y la lluvia!