viernes, 6 de diciembre de 2013

SÁLVESE QUIEN PUEDA

SÁLVESE QUIEN PUEDA

Pero el hombre camina a ciegas, se va sin rumbo,
camina a tropezones, sólo le importa su “yo” y nada más.
Entonces digo: Nuestra sociedad apesta.
Y lo sensible se vuelve insensible,
porque todos perdimos la visión,
nos la tapamos con las manos;
porque todos perdimos la audición,
nos la cubrimos con algodón,
simplemente no escuchamos, nos distraemos;
porque todos perdimos nuestras fuerzas
y no queremos dar las manos
para levantar al caído,
sólo porque no le conocemos ¡Quién será!
Porque todos perdimos el amor
y endurecemos nuestro corazón, desechando la amistad,
¡Negando la paz!
Y todos hacemos nuestra guerra,
nuestra guerra sin fin,
¡Sálvese quien pueda!

Pero el hombre camina a ciegas, se va sin rumbo,
camina a tropezones sólo le importa su “yo”  y nada más.
Entonces  digo: Nuestra sociedad apesta.
Y lo sensible se vuelve insensible,
porque cuando alguien necesita de nosotros,
simplemente negamos posibilidades;
porque cuando alguien yerra,
simplemente acusamos traiciones;
porque cuando somos culpables,
simplemente negamos,
queremos ser dueños de la razón
y sobornamos con dinero que no es nuestro
y nos burlamos de la justicia ¿Será que es ciega?
¡No hay justicia!
Sólo se hace “justicia” con los que menos tienen,
con los marginales, con los chivos expiatorios.
Y todos hacemos nuestra guerra,
nuestra guerra sin fin.
¡Sálvese quien pueda!

Pero el hombre camina a ciegas, se va sin rumbo,
camina a tropezones, sólo le importa su “yo” y nada más.
Entonces digo: Nuestra sociedad apesta.
Y lo sensible se vuelve insensible,
porque decimos creer en Dios,
pero nuestros actos son contrarios;
porque decimos creer en Dios,
y los que gobiernan, matan en nombre de Dios;
porque decimos creer en Dios,
y no compartimos el pan con nuestros hermanos,
les robamos el oxígeno, les estrangulamos;
porque decimos creer en Dios,
y estamos podridos por dentro, apestamos.
Entonces digo: Nuestra sociedad apesta.
Y libramos guerras interminables,
defendiendo nuestro “yo” y sus mezquinos intereses,
desde la derecha hasta la izquierda,
desde lo ideal hasta lo material.

¡Sálvese quien pueda!

sábado, 16 de noviembre de 2013

A VECES SOMOS CRISTALES

A VECES SOMOS CRISTALES


I

A veces somos cristales,
hechos de  carnosidades blancas,
arrancados de ojos que todo lo ven y todo lo callan.
Somos tales que parecemos excelsos y bellos
que muchos tratan de imitarnos
envidiando nuestra mascarada conducta
que nos carcome cada día.

II

A veces somos cristales,
hechos de piedras refulgentes de los arenales,
que enceguecen la vista y alargan los caminos.
Somos tales que brillamos cual esmeraldas
con el fuego azufrino de la corrupción,
que consume nuestra moral,
y para el colmo decimos ser honestos!

II

A veces somos cristales,
hecho  de moléculas claras de azúcar rubia,
que endulzan el trago amargo de la vida.
Somos  tales que tratamos de ser buenos
y sensibles en un lugar,
cuando en otras tierras quitamos el pan a los demás;
les explotamos  o simplemente les matamos.

IV

A veces somos cristales,
hechos de gotas de agua que no llegaron a su destino,
y son utilizados para el mal.
Somos tales que ahogamos a nuestros hermanos
para preservar la inmerecida vida nuestra;
quién sabe que la de ellos merece mucho más,
si sólo nos servimos de ellos.

V

A veces somos cristales,
hechos de humo denso de los quemazones de verano
que ahogan los pulmones y ciegan al hombre.
Somos tales que pudiéndolo todo,
lo negamos todo.
¿Y eso somos nosotros los humanos?

¡Hasta cuándo!

viernes, 8 de noviembre de 2013

sábado, 26 de octubre de 2013

CAMINATA

CAMINATA


 
Caminos característicos del distrito de Campo Verde, Región Ucayali.
En el camino hay muchos árboles,
algunos dan sombra y otros no.

En el camino hay puentes buenos y malos,
de palos rústicos y de concreto;
algunos atraviesan quebradas, otros ciénagas y bajeales,
para llegar a tu destino.

En el camino hay tramos en buen estado,
sean en verano o invierno.
También en mal estado, en cualquier tiempo,
son como el día, donde alternan el sol y la lluvia.

En el camino hay muchas curvas,
como los hay estirones.

En el camino hay subidas y bajadas,
unas muy pronunciadas y otras ligeramente,
hechas barreales en días de lluvia.

En el camino hay llanos largos y cortos,
muy bien conservados o recontra pésimos,
casi espacios lunares.

En el camino hay pastizales uniformes,
con kudzales entre  purmas verdes o altas.

En el camino hay montes y desmontes,
que varían el panorama.

En el camino hay poblados y descampados,
donde se puede conversar o sentirse solo, temeroso.

En el camino hay amores,
amores como tú,
allá en la Primavera de tus nuevos días.


viernes, 11 de octubre de 2013

TRAJINATA

TRAJINATA

  
                  
A lo lejos de la montaña,
me siento solo.

No hay árboles, no hay aves, no hay canto;
no hay ese ruido mil, de mil vidas distintas.

Ya no está el shimbillo[1] que bailaba con el viento,
a veces bajo el sol, a veces bajo la lluvia.

Ya no está la chicharra que chirriaba incesante,
en los temibles bosques enmarañados.

Ya no está el hualo[2] que croaba en el bajeal[3],
en las tardes tormentosas de los días de lluvia.

Ya no está la lechuza que anunciaba el destino,
en la medianoche, en la madrugada.

Ya no está la quebrada que bramaba allá abajo,
con sus aguas cristalinas y turbias.

Ya no está el camino que conducía al aguajal[4],
con sus barreales[5] y sumideros[6] interminables.

Ya no está la vegetación que cubría la tierra,
con sus hojas y flores multicolores.

Ya no está ese mundo tan extraño para otros;
tan conocido, tan entrañable, para mí.

No hay ese ruido mil, de mil vidas distintas,
no hay árboles,  no hay aves, no hay canto.

Me siento solo,
a lo lejos de la montaña.

 




[1] Inga spp. Categoría: Planta. Estrato Primario: dosel. Esta importante variedad es un árbol maderable muy abundante en muchas partes de la Amazonía. Se utiliza para construcciones y sus frutos son comestibles. Existen más de 350 especies del género Inga. Los árboles de Inga se pueden identificar porque sus ramas tienen copas diminutas entre los foliolos opuestos, pareciéndose a diminutas copas de beber
[2] Leptodactylus pentadactylus, Batracio amazónico de gran tamaño que emite un ruido muy sonoro y peculiar que retumba en la montaña, escuchándose a gran distancia, especialmente en tiempos de lluvia. Es comestible.
[3] Ciénaga, pantano.
[4] Zona poblada de plantas de aguaje (Mauritia flexuosa)
[5] Lodo. Suelo, terreno o camino cenagoso.
[6] Ciénaga, pantano.