LLUVIA
Que destruyes
... y construyes
Lluvia en el lago de Yarinacocha, Ucayali, Perú |
Lluvia,
como la
misma noche,
como el
mismo día,
como tu
misma vida;
la misma
esperanza.
Lluvia,
como la luz
de luna,
como el azul
atardecer,
con mi misma
vida;
el mismo
aire.
Lluvia,
como el
calor infernal,
como el frío
glacial,
como la
misma vida;
la misma
siempre.
Lluvia,
como la
bendición divina,
como la
maldición satánica,
como el agua
de la muerte;
el agua
de la vida.
Lluvia,
como el
ímpetu de los vientos,
como la
quietud de las aguas,
como el
infinito cielo;
que cubre
todo lo existente.
Lluvia,
como la
alegría espiritual,
como la
tristeza material,
como el
dolor profundo del alma;
la soledad
infinita.
Lluvia,
que vas de la
tierra para el cielo
y vienes del
cielo para la tierra,
esparce el
consuelo, desde el santo cielo
¡Riega los
campos, purifica el espíritu!
Lluvia,
perpetua
gota del cielo,
perpetua
gota de la nada.
De la
nada... que destruyes,
del cielo...
que construyes.