DELIRANTE PASIÓN
Con la cautivadora mirada de tus negros ojos,
engalanada con tu meneante caminar y tu dulce sonrisa.
Con tus suaves caricias y
fulminantes besos
que emergían ardientes de tu ser,
conquistaste mi corazón.
Acribillado de amor a tus
pies caí,
mi delirante pasión de Primavera fuiste.
Comprendiendo tu amor
e incandescente corazón,
te amé con locura.
Radiantes de alegría,
disfrutábamos de dicha y
ternura,
pasando eternos momentos entregados al íntimo placer,
hasta que el destino
quebrantó nuestra felicidad.
La soledad y la distancia hicieron suyas nuestras vidas.
Marchita la flor con el sol del mediodía,
busqué el tropical oasis de
tu cautiverio.
El viento y el polvo del desértico noviembre
no fueron impedimento para
encontrarte.
Qué inolvidable fue aquel primer Año Nuevo del 89.
El tiempo pasó, más lo nuestro no terminó.
Porque la brisa ribereña
avivó el fuego del campo
con el advenimiento de la Navidad,
sellando nuestro amor por
la eternidad.
No dudaba de tu entrega y fiel sinceridad.
Nada en esta vida podrá
separarnos,
Por tu amor Semana Santa fue un suplicio.
Tú, serás mi cruz para
encontrar la luz,
la luz del nuevo día que traerá la paz para mi alma,
sabiéndote mía para toda la
vida.